La procesión extraordinaria de alabanzas de Nuestra Señora de las Angustias, el 12 de mayo, con motivo de la celebración del LXXV aniversario de su bendición, además de ser una ocasión de gracia para todos los hermanos de esta cofradía, los feligreses de la parroquia de San Juan Evangelista y en general, para toda la diócesis de Almería y el ámbito cofrade de nuestra ciudad, también será una oportunidad de revivir momentos históricos de la piedad popular almeriense, ya que el paso en el que nuestra Señora de las Angustias recorrerá las calles de nuestra ciudad en el mes mariano por excelencia, será el de Nuestra Señora de los Dolores (la Soledad).
Así lo han acordado las juntas de gobierno de las hermandades de la Soledad y las Angustias en una decisión que es otra muestra de la estrecha relación humana e histórica que une a ambas cofradías desde que el 12 de septiembre de 1987 se hermanaran en la Iglesia de Santiago Apostol. Dicho hermanamiento se llevó a cabo durante el traslado de la imagen de la Virgen de las Angustias desde la sede canónica en la que se bendijo 44 años antes, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, hasta la que a partir de ese momento iba a ser su nueva sede, la parroquia de San Juan Evangelista. 
En aquel traslado, que duró dos días, Nuestra Señora de las Angustias visitó la Iglesia de Santiago pasando la noche del 12 al 13 de septiembre en su interior, junto a Nuestra Señora de los Dolores (la Soledad) y hermanándose ambas cofradías hasta el día de hoy. El 13 de septiembre la Virgen de las Angustias continuaría su traslado hasta su nueva parroquia sobre unas andas compuestas por varales y el canasto del paso de la Soledad, una visión histórica que el próximo 12 de mayo se recuperará, aunque de forma sustancialmente diferente, cuando la Virgen de las Angustias procesione sobre dicho paso.
Desde estas líneas queremos manifestar públicamente a la Hermandad de la Soledad nuestra gratitud por su siempre y enorme disposición con nuestra cofradía, siendo éste otro ejemplo más de verdadera fraternidad entre nuestras hermandades y otra gran muestra de generosidad por parte de esta querida corporación.
Por último, queremos acordarnos especialmente de aquellos hermanos de ambas corporaciones que vivieron aquel día inolvidable de 1987 y que no van a poder acompañarnos, en persona, en este nuevo día histórico de 2018. Que Nuestra Señora de los Dolores y la Virgen de las Angustias los guarde siempre.
Por último, queremos acordarnos especialmente de aquellos hermanos de ambas corporaciones que vivieron aquel día inolvidable de 1987 y que no van a poder acompañarnos, en persona, en este nuevo día histórico de 2018. Que Nuestra Señora de los Dolores y la Virgen de las Angustias los guarde siempre.
