martes, 26 de enero de 2010

Muchas Razones

Estimados hermanos:

A raíz de conocerse la decisión de que la Hermandad realizará su salida procesional desde el Colegio de la Compañía de María han sido múltiples las opiniones al respecto. Nuestra primera intención fue informar a los hermanos y a quienes nos han preguntado sin ánimo de entrar en ningún tipo de polémica, pero es nuestra obligación poner a vuestra disposición toda la información, las razones y los antecedentes para que cada uno, con todos los elementos de juicio a su alcance, pueda sacar las debidas conclusiones.

Primero. Si bien es cierto que la mayoría de las opiniones que se han manifestado valoran como positiva para la Hermandad la decisión adoptada, algunas, en un alarde de premonición manifestado ahora y no antes, hablan de que ya se veía venir desde que la Hermandad asumiera la gestión de la barra de la cruz de mayo de 2.009 en el citado colegio, probablemente pensando que el montaje de una Cruz en un colegio, en lugar de que sea una idea a seguir que potencie estas aletargadas fiestas, hubiere sido más conveniente que el riesgo y el trabajo lo hubiera asumido otro colectivo y no la Hermandad de Angustias. Hermandad que, como la mayoría de nuestras hermandades, no ha instalado nunca la Cruz de Mayo en el barrio donde tiene su sede canónica, sin que ello sea ni un desarraigo ni un desapego.
Recordamos a quien así opine que también pueden encontrar argumento de crítica en el hecho de que la Hermandad exponga su Belén desde hace cinco años en el Patio de Luces de la Diputación Provincial como manifestación del trabajo de nuestros hermanos que, hasta ahora y gracias a Dios, ha contado con la presencia de muchos almerienses.

Segundo. Otras de esas opiniones, probablemente de alguien que nunca habría tenido mucho interés por asistir, también manifiestan, igualmente ahora y no el año pasado, que supone un desarraigo con su barrio que su pregón se celebre fuera de la Iglesia de San Juan, desconociendo que la Hermandad de Angustias no tiene Pregón de la Hermandad ni Exaltación de sus Titulares sino que desde hace 26 años organiza el Pregón del Costalero, habiendo sido nuestra decisión que este acto debía salir del marco de la Iglesia de San Juan para que no siguiera pareciendo el pregón de la Hermandad, retomando el sentido y finalidad con el que se creó: pregonar al costalero de la ciudad de Almería, tal y como se había hecho en sus orígenes en lugares tan dispares como el Salón de Plenos de la Diputación Provincial, el Patio de la Escuela de Artes, el Salón de Actos de Unicaja o el Salón de Actos de la Residencia Universitaria Orberá (Compañía de María).
Alguien cuestionará si es una decisión acertada o no, pero si la asistencia al Pregón de estos dos años, comparándola con las de ediciones anteriores, sirve como medida, digamos que acertamos plenamente.

Tercero. Por último, algunas de esas opiniones inciden en la afirmación errónea, queremos creer que no malintencionada, de que la Hermandad quiere abandonar su sede canónica en la Iglesia de San Juan y su presencia en el Barrio de la Almedina y San Antón, y en este aspecto es donde resulta más importante y necesario manifestar lo siguiente:

1º. En contra de todas esas dotes de predicción futurista que algunos dicen tener, la Junta de Gobierno de la Hermandad, hasta bien entrado el mes de enero de este año, no se planteó EN ABSOLUTO que su lugar de salida no fuera otro que la Ermita de San Antón, lugar que le da nombre al barrio.

2º. Hace ya años la Hermandad tomó conciencia de que tenía que abordar un cambio sustancial en su presencia como Cofradía cada Jueves Santo en las calles de nuestra ciudad, lo que se tradujo en la aprobación hace 8 años en Cabildo General de Hermanos de la realización de un nuevo paso para el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, sustituyendo al provisional de anea en el que durante algo más de 15 años había procesionado y si no se sustituyó antes el paso de Cristo acertamos si pensamos que fue debido a que las posibilidades económicas de la Hermandad en aquellos años no lo permitían.
Su aprobación suponía, y de ello éramos conscientes, que la Cofradía –en aquel momento el paso de Cristo- no podría salir desde la Iglesia de San Juan debido no a las dimensiones de los pasos, puesto que los pasos miden, como todos los pasos, lo que tienen que medir y son proporcionados, como todos los pasos, a la Imagen o Misterio al que sirven de andas, sino debido a las dimensiones de la puerta.
La Hermandad decidió apostar, en un recorrido que entonces se hacía en 6 horas y media, por dar mayor realce durante 6 horas y 25 minutos de su presencia en las calles de Almería donde era vista por miles de almerienses y no por los 5 minutos de gloria de su salida desde San Juan que sólo podía ser vista por varios centenares. Con ello, y no menos importante, se recuperaba también la longitud primitiva de la cruz del Señor (una cruz alta y esbelta como debe ser la del Señor Crucificado) que, aunque algunos no lo sepan o recuerden, había tenido que ser cortada en casi un metro para que saliera desde San Juan. Es más que probable, y no lo cuestionamos, que aquéllo fuera lo que se tenía que hacer en ese momento, pero las circunstancias cambian y las decisiones deben adaptarse a las circunstancias de cada tiempo.

3º. Después de aprobar la ejecución del nuevo paso de Cristo resultaba evidente que debíamos acometer la ejecución de un nuevo paso para nuestra Madre, puesto que había que darle a Ella lo mismo que le estábamos dando a Él. No podíamos ser dos cofradías distintas dentro de la misma Hermandad.
¿Nos hemos equivocado en este planteamiento? Habrá opiniones para todos los gustos, pero nuestra impresión es que no nos hemos equivocado. Si alguien no lo recuerda, en la web y en el blog de la Hermandad hay imágenes antiguas de la Cofradía que pueden compararse con las actuales y creemos que puede resultar ilustrativo conocer que actualmente, en comparación con lo que ocurría hace una década, duplicamos la nómina de participantes en la Cofradía.

4º. Agradecemos sinceramente que la Subdelegación de Defensa nos permitiera salir desde el Cuartel de la Misericordia durante cuatro años, pero las restricciones de seguridad propias de un recinto militar, que no permitía el acceso generalizado de personas y que exigía un montaje y desmontaje en poco más de 24 horas, nos alentaron a aceptar la alternativa que nos ofrecía el Ayuntamiento de Almería a través del Museo de la Ciudad, que durante dos años más ha sido nuestro lugar de acogida. Encantados, pero no era tampoco el sitio que la Hermandad podía considerar definitivo para organizar una cofradía que pone en la calle casi 400 personas el Jueves Santo, y que ello fuera indefinidamente compatible con un edificio pensado y diseñado para otros usos y con un proyecto museístico con sus correspondientes exposiciones de obras, en muchos casos, cedidas en préstamo al Museo.
Digamos que la colaboración y predisposición tanto de la Subdelegación de Defensa como de nuestro Ayuntamiento ha sido siempre máxima, y que el tener que buscar otra solución nunca nos ha venido exigida, sino que hemos sido nosotros los que hemos valorado las dificultades e inconvenientes y que no muy a la larga podrían revertir en nuestra contra.

5º. En esta línea, y cuando aún faltaban meses para la Semana Santa del año pasado tomamos conciencia de que debíamos plantearnos buscar una solución que pudiera ser definitiva.
Pensar, aunque sean utopías irrealizables, ni es delito ni pecado, y barajamos varias posibilidades, con las que no perdíamos más que tiempo y lo más que nos podía pasar era que nos encontráramos con que ninguna era viable.

6º. La primera opción pasaba por una casa de hermandad que nos permitiera salir desde ella.
Las posibilidades económicas no nos lo permiten, pero es un proyecto de futuro muy interesante, tal y como ya han ejecutado o están en fase de ejecución las Casas de Hermandad de otras Hermandades almerienses.

7º. Se nos podía haber ocurrido trabajar en un proyecto de apertura de una nueva puerta de la Iglesia por la calle San Juan, cambiando de ubicación el altar que pasaría al otro extremo de la nave.
Es cierto que podemos encontrar en nuestra historia reciente varios ejemplos de actuaciones llevadas a cabo en distintos templos de nuestra capital (sin necesidad de acudir a otras ciudades en las que también son numerosos) y que han posibilitado, ampliando las existentes o abriendo nuevas puertas, que los pasos de nuestras hermandades y cofradías salieran desde su interior. A saber:
a) Iglesia de San Agustín, que inicialmente con acceso desde la calle Jesús de Perceval, modificó su estructura con nueva puerta y fachada a la Rambla Alfareros y que supone el traslado del altar a su ubicación actual.
b) Santuario de la Virgen del Mar, que, aprovechando su restauración tras los destrozos de la guerra civil, amplió su puerta principal para que pudiera salir desde el Santuario el nuevo trono de la Santísima Virgen que había realizado Jesús de Perceval para, según rezan los periódicos de la época, “mayor realce de la Patrona”.
c) Iglesia de San Pedro, que abre nueva puerta en la calle Ricardos.
d) Iglesia de San Sebastián, que abre nueva puerta en la calle Alcalde Muñoz.
e) Y otras actuaciones más recientes como las llevadas a cabo en
a. San Pío (sede canónica del Gran Poder),
b. San Ignacio de Loyola (Unidad),
c. Santa María Magdalena (Coronación) o
d. San Ildefonso (Macarena y Perdón).
Que recordemos respecto a las últimas actuaciones o que hayamos conocido en los archivos de noticias de los años 50, en ninguno de estos casos se generó ningún revuelo ni se recriminó a las Hermandades porque los pasos fueran más grandes que las puertas. Vuelvo a lo de antes: los pasos son como tiene que ser, y lo que se hizo fue ampliar o abrir puertas.
No obstante, en nuestro caso, nos parecía una posibilidad casi irrealizable, en la que nos podíamos encontrar con muy serias dificultades para acometerla, debido, por un lado, a la protección y catalogación del inmueble, cuestión que hace años apenas era considerada o que no se da en otras iglesias, y, por otro, debido al importante coste económico. Tal complejidad hizo que no llegara ni a plantearse formalmente la idea, que tal y como vino, si es que alguna vez realmente vino, no fue tenida en consideración.

8º. Y entonces, a principios de 2009, surgió la posibilidad de la Ermita de San Antón. A lo mejor el error fue no haberlo planteado antes cuando la Hermandad se radicó hace 23 años en la Parroquia, pero las cosas y las ideas surgen cuando surgen.
Desde hace años todos conocemos los desvelos de la Parroquia y del Obispado, con nuestro querido consiliario al frente, para rehabilitar íntegramente la Ermita, mientras que muchos no habían reparado que difícilmente se mantenía en pie y que llevaba años cerrada. La Hermandad apoya, ahora más que nunca, sin condicionarlo a contrapartida alguna, cualquier actuación de rehabilitación y reforma en San Antón, estando convencidos de que su resultado será beneficioso para todos cuantos nos sentimos católicos y almerienses.
Estábamos ilusionados con la posibilidad de que se pudiera aprovechar dicha rehabilitación para que la Ermita, que no goza, según la información técnica contrastada, de ningún tipo de protección urbanística en el vigente Plan General de Ordenación Urbana de nuestra ciudad, y lógicamente tras haber cumplido con todos los estudios y autorizaciones requeridos por la legislación canónica y civil, pudiera ser el lugar desde el que la Hermandad iniciara su estación de penitencia, y durante un año no hemos barajado ninguna otra opción en la que trabajar que no fuera que la Hermandad de Angustias saliera desde San Antón. Llegamos a mantener las oportunas consultas con el arquitecto director de la rehabilitación para ver si era factible ampliar la puerta del patio de la Ermita para que los pasos pudieran salir del patio e, incluso, en una segunda posibilidad, aunque con la primera era suficiente, ampliar la puerta de acceso al interior de la Ermita por si podía ser que los pasos salieran no desde el patio sino desde el interior.
El Jueves Santo de 2009 en el propio Museo de la Ciudad se pide a nuestro Alcalde un nuevo impulso colaborador por parte del Ayuntamiento para que se pueda acometer la necesaria rehabilitación de la Ermita y se le informa que, de ser posible, y una vez dados todos los pasos necesarios, la Hermandad baraja la posibilidad de salir desde San Antón. En una entrevista en una televisión local con ocasión de la retransmisión del paso por carrera oficial de nuestra Cofradía el Sr. Alcalde adelanta que de darse todas las circunstancias favorables la Hermandad de Angustias en 2.011 saldrá desde San Antón.
En Cabildo General de Hermanos de julio de 2.009 informamos al cabildo de las consultas técnicas y urbanísticas que estábamos efectuando antes de presentar ningún proyecto, puesto que si no era posible no íbamos a hacer perder el tiempo al Obispado. Es probable que a algún hermano no le gustara la idea, lo cuál es respetado, y que trasladara a otras personas sus impresiones y no nuestras informaciones.
Como éramos conscientes de que la rehabilitación llevada a cabo en la Ermita hace siete años levantó críticas de algunos vecinos y ya empezaban a escucharse afirmaciones del sentido de que la Ermita se iba a convertir en un almacén para los pasos de la Hermandad y que se iba a derribar el coro, como cualquier vecino hace con sus buenos vecinos, aunque no teníamos ninguna obligación de hacerlo y queriendo desterrar de inicio cualquier punto de conflicto, contactamos con algunos vecinos para que conocieran por nosotros lo que se pretendía realizar.
No llegamos a plantear al Obispado proyecto alguno, no porque urbanística o técnicamente no fuera posible, sino porque la Hermandad nunca iba a entrar en ningún tipo de controversia que pudiera ralentizar, entorpecer u obstruir la tan necesaria rehabilitación de San Antón. Ni una posible puerta más grande en el patio de San Antón ni cualquier gesto de la Hermandad de Angustias iban a obstaculizar el esfuerzo de años de la Parroquia y del Obispado para que la rehabilitación pudiera llevarse a cabo. Sinceramente nos alegramos de que ello vaya a ser posible de forma inmediata.

9º. Sin embargo ¿es que nadie se acuerda de la información periodística que publicaba La Voz de Almería el día 7 de septiembre de 2.009 en su página 7 en la que se informaba que “El proyecto de nuevas obras en San Antón enciende al Casco Histórico. Los vecinos exigen que se deje tal y como está. “No queremos que toquen la Ermita, no estamos dispuestos. Somos capaces de echarnos a la calle”. Los vecinos han oído que existe la intención de hacer una puerta más grande y permitir de este modo la entrada y salida de pasos desde allí. Y no quieren que el edificio vaya a cambiar su imagen.”?
Lo hemos dicho antes: polémica ninguna. Si los vecinos se manifestaron en el sentido de no querer que los pasos de la Hermandad pudieran salir de San Antón, y ello podía obstaculizar la tan necesaria rehabilitación de la Ermita, la Hermandad plegaba las velas de su idea. De esta forma casi todos quedábamos contentos, unos más que otros: la Ermita se rehabilitaría y no se tocaría la puerta del patio. No había necesidad de que nadie se echara a la calle y menos nuestros vecinos. La Hermandad no está para provocar eso.
Respetamos esa preocupación conservacionista de nuestros inmuebles y puede que el problema sea nuestro por no haber tenido esa sensibilidad y, por el contrario, sí haber sido sensibles al deseo de querer encontrar nuestra ubicación definitiva en la parroquia y en el barrio en el que estamos desde hace 23 años. Es seguro que las sensibilidades de cada persona son distintas, pero ello no debe hacer que se criminalicen las ideas y los pensamientos de los otros. Nosotros al menos no lo hacemos.

10º. Esta desilusión no podía llevarnos al conformismo y teníamos que trabajar en buscar una solución que fuera la mejor para la Hermandad y se decidió tocar a las puertas de quien nos las podía abrir.
Ahora bien, no comprendemos que ahora también se nos critique por algunos que la Hermandad haya tenido que buscar una alternativa obligada a su salida aunque sea desde un emplazamiento fuera del barrio. Estamos convencidos de que quien así lo hace no tiene ningún interés en alentar opiniones contrarias a la Hermandad y que simplemente desconoce estas circunstancias en las que la Hermandad se ha visto obligada a tomar su decisión.
¿Podíamos haber montado una carpa en la plaza de la Iglesia de San Juan para que los pasos hubieran salido desde allí? No, entre otras razones y hay muchas, porque es zona de seguridad por estar en las inmediaciones del Cuartel. ¿Y en la puerta de San Antón? No, porque también junto a otras razones, no hay espacio. Como ven, también lo pensamos.

11º. No somos la primera ni seremos la última Hermandad que tiene su sede canónica en una Parroquia y en un barrio y realiza su estación de penitencia desde otra y otro:
a) Actualmente hay otra querida Hermandad almeriense, Caridad, que así lo hace. No hemos escuchado ninguna recriminación a la Hermandad porque el paso sea más grande que la puerta de la Iglesia de San Francisco de Asís, ni que nadie haya planteado que se haga un paso de las dimensiones de la puerta, ni que se le haya recriminado que salgan desde San Agustín.
b) Estrella durante años lo hacía desde la Escuela de Formación, hoy Instituto Politécnico Alhamilla.
c) Perdón, estando radicada en la Compañía de María, durante más de una década lo hacía desde San Ildefonso e incluso llegó a hacerlo desde el Instituto antes mencionado.
d) Coronación durante unos años se recogió en Santiago.
En ninguno de los casos recordamos que nadie se haya rasgado las vestiduras por ello, porque para las Hermandades nuestras Sagradas Imágenes no están encerradas ni son patrimonio exclusivo de cuatro paredes ni de cuatro calles, sino que están presentes en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestras casas, como llama que, siempre viva, ilumina y da sentido. Si salimos en procesión no nos contentamos sólo con recorrer las calles más cercanas, que también sería una opción respetable, sino que estamos deseando mostrar nuestra Fe a Almería entera, no sólo a nuestros vecinos ni a los que se sientan en las tribunas de nuestra carrera oficial. Cuando salimos a la calle hacemos manifestación pública de nuestra Fe y lo hacemos ante nuestra ciudad para que todos sientan y vean.
Si no fuera así cómo entenderíamos que las Cofradías hayamos no sólo buscado lugares para salir sino incluso cambiado de sedes y que los hermanos y devotos de una Imagen Sagrada la sigan allá donde vaya la Hermandad. Recordamos algunos ejemplos, porque las cosas nos parecen que siempre han sido así, pero esa creencia no siempre es acertada:
a) La Cofradía de la Soledad, fundada en la Iglesia de Santiago, en 1837 se trasladó al convento de las Claras y en 1862 a San Pedro. En 1918 se reorganiza en Santiago y tras la guerra en 1940 se reorganiza en San Sebastián, no volviendo a su anterior sede en Santiago hasta 1961.
b) En 1928 se organiza la Hermandad del Encuentro en el Convento de las Claras y en 1929 sale el Nazareno desde el convento y la Virgen de la Amargura desde el Corazón de Jesús, encontrándose en la plaza de la Catedral. En 1943 cuando se reorganiza la Cofradía lo hace en la Iglesia de San Sebastián y años más tarde vuelve a la Catedral, regresando al Convento de las Claras en 1.949, aunque la Virgen continuará saliendo desde la Catedral. Hoy todos conocemos que tiene su sede canónica en San Antonio.
c) En 1928 es fundada la Hermandad del Niño Jesús de los Remedios, posteriormente conocida como Hermandad de los niños hebreos, con residencia canónica en el Real Monasterio de las Puras y bajo el amparo del Cabildo catedral. En 1948 es reorganizada en San Sebastián, en 1980 es instituída en la Catedral, pasa posteriormente por la Iglesia de San Agustín y hoy tiene su sede en la Iglesia del Espíritu Santo.
d) En 1948 también en la Iglesia de San Sebastián se organiza la Hermandad de excautivos (Prendimiento), que como todos sabemos se encuentra hoy radicada en la S.A.I. Catedral.
e) En 1980 en la Iglesia de San José es fundada, aunque sin nombramiento de erección canónica, la hermandad juvenil del Santo Cristo del Perdón. Pronto se traslada a Santiago, desde donde hizo su primer via-crucis en 1982. Luego tiene su sede en la Compañía de María y desde 2003 en San Ildefonso.
f) Y no nos vayamos tan lejos: Angustias. Fundada en 1911 en la Iglesia del Corazón de Jesús, en 1987 traslada su sede canónica a San Juan tras un período intermedio de 5 años en el que al Señor se le da culto en la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Los hermanos de Angustias entonces siguieron a sus Titulares al margen de dónde vivía cada uno.

12º. Por último, y no por ello menos importante. La Hermandad ratifica su vinculación y presencia en la Parroquia de San Juan, nuestra sede canónica, donde están expuestos al culto nuestros Sagrados Titulares, donde la Hermandad celebra sus cultos, tiene su Casa de Hermandad, desarrolla su acción social, colabora con Cáritas parroquial, participa en los actos en honor de San Antón, donde estará presente en aquello que la Parroquia le demande y esté a nuestro alcance y a donde acudirá cada Jueves Santo en estación de penitencia para postrarse ante el Santísimo. LA HERMANDAD NO SE PLANTEA EN ABSOLUTO TENER UNA SEDE CANÓNICA QUE NO SEA SAN JUAN. Si no fuere así porque tendríamos tanto interés en relatar lo anterior.

Muchas gracias por vuestra atención y un fuerte y fraternal abrazo.

José Mª Campos
Delegado de la Vicaría episcopal
con funciones de Hermano Mayor
Establecida canónicamente en la Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista de Almería







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